El rompecabezas de la búsqueda del cadáver de Durruti

Artículo de Abel Paz, publicado en 1980 en el Periodico de Catalunya y de rigurosa actualidad, ahora reeditado por la revista Catalunya.

Antonio de Senillosa, diputado de coalición democrática, ha presentado en el congreso una moción para que se devolvieran a la Generalidad de Catalunya los documentos secuestrados durante la guerra civil y que se encuentran en el archivo de san Ambrosio de Salamanca. Esa moción, pareces ser, que cuenta con el apoyo del ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva y a él se le adjudican estas declaraciones: “Estoy en condiciones de prometer que ese trozo de la historia de Catalunya tendrá lo antes posible su acomodo en Catalunya”. Ante estas declaraciones cabe pensar que estamos en vías de recuperar la historia, la verdadera historia. Pero la historia no sólo está oculta en los archivos de Salamanca, sino en infinidad de lugares de España y, particularmente, en Barcelona, en el Cementerio Sud-Este de la capital.
BORRAR LA HISTORIA
Comenzaremos por situar mejor las cosas, preguntando a los regidores y en particular al alcalde, Narcís Serra del Ayuntamiento de Barcelona, que hay que hacer para saber donde se encuentran los restos de Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso, respectivamente enterrados –con carácter provisional- el 22 de noviembre de 1936 en la tumba Menor número 69 en la vía San Juan Bautista, Novena Agrupación y el 21 de julio de 1936 en el nicho de alquiler número 3.344, 4º piso en Sin Vía. Igualmente preguntamos por qué faltan mil nichos en Vía san Olegario, 5ª división. La numeración va del núm. 1 a 4.999 y de aquí salta al 6.000. Da la coincidencia que Domingo Ascaso Abadía, muerto durante los hechos de mayo de 1937, fue enterrado en el nicho 5.817, según reza y se da como información en la Administración del cementerio. ¿Qué cabe pensar? ¿Se volatilizaron esos nichos como resultado de un negocio? O su eliminación corresponde a la técnica de la esponja para borrar la historia?

La historia vale para recuperar la historia: veamos los hechos en los que se basan estas preguntas.

Cuando el 22 de noviembre de 1936 se dio sepultura a Durruti, se hizo en la Tumba Menor número 69 que ya hemos mencionado. Esta tumba se encontraba vacía desde 1905 y, en cuya fecha fue retrocedida al Ayuntamiento de Barcelona, por tanto propiedad de éste. Al ser propietarias a perpetuidad las Milicias de Catalunya, se entiende que el Ayuntamiento la cedió a ellas.

Era lógico que en aquellos momentos la CNT y la FAI, representativas de la clase obrera Barcelonesa, dieran sepultura definitiva a Durruti y a Ascaso en un mausoleo consagrado a la memoria de ambos.

En noviembre de 1937 se inauguró el mausoleo y a los dos mencionados se unió simbólicamente a Francisco Ferrer i Guardia, fusilado en los fosos de Montjuïc el 13 de octubre de 1909. Solidaridad Obrera de Barcelona en su número del 23 de noviembre de 1937 (Solidaridad obrera (Barcelona). 23/11/1937. (4 páginas).

Ver ejemplar ) da cuenta de una manifestación homenaje a Durruti en torno a su tumba. La foto no reproduce la tumba menor número. 69 sino el mausoleo. Y el mismo periódico del 22 de noviembre de 1938,  (22/11/1938)  también deja constancia de un segundo homenaje. La revista Umbral en su número correspondiente a la tercera decena de noviembre de 1938 dedica dos páginas a ese acontecimiento y reproduce diversas fotos, la de García Oliver y Ricardo Sanz, este último teniente coronel y jefe entonces de la 26 división ex columna Durruti, dirigiéndose a los congregados en torno al mausoleo levantado, espaldas al mar en la explanada de la Igualdad de entonces cementerio Civil, hoy llamado recinto protestante Vía san Carlos.

Lío de Mausoleos
En una de las fotos –como se podrá apreciar por la reproducción del documento-, aparece un túmulo de flores entretejidas con la inscripción: “La 28 división a Durruti, 20-11-1938” descansando sobre un muro en forma de triángulo, seguramente del mismo material con que están construidas las tumbas actuales y en el que seguramente había alguna inscripción grabada, en recuerdo a los tres homenajeados. En la actualidad, como cualquier visitante puede apreciar, el triángulo en cuestión no existe, y las tres tumbas lisas aparecen bien anónimas. Está claro que ese triángulo fue derribado por órdenes superiores civiles o militares, recién fue ocupada la ciudad de Barcelona, el 26 de enero de 1939, por las fuerzas contrarias.

En 1966 llegaba la noticia de que después de investigaciones realizadas en torno a tumba de Durruti, se podía ver un escrito en la Administración del Cementerio en el que se daba orden de “hacer desaparecer de las tumbas de políticos o líderes obreros, particularmente de la de Durruti, todo signo que pudiera llamar la atención de las gentes” Y a la vez se recomendaba: “situar agentes de vigilancia para evitar toda visita a esas tumbas, e, incluso, detener como sospechosos a quienes solicitaran datos relativos al lugar de enterramiento de los dirigentes mencionados” ¿Fue entonces que se demolió el muro? Aconseja a creer que fue así. Con la información transcrita se concluía el último capítulo de la biografía que estábamos escribiendo sobre Durruti.

¿Se concluía? Quizá sólo comenzaba una historia.

Hace unos meses, como aún no habíamos visitado la tumba de Durruti, nos encaminábamos al cementerio Sud-Este y solicitamos de la Administración del Cementerio datos concretos sobre el lugar en que se encontraban enterrados Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso. Un empleado iba a respondernos con un libro en la mano, cuando entró a la oficina otro empleado y dirigiéndose a nosotros, nos preguntó qué era lo que deseábamos saber. Formulamos de nuevo la pregunta. Extrajo un papel del bolsillo de su bata en el que aparecían varios datos escritos a máquina relativos a Francesc Macià, Lluis Companys, Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso.

Tumbas Vacías
-Las tumbas que ustedes buscan se encuentran en el recinto protestante, Vía San Carlos, subiendo a la izquierda. Son tres tumbas iguales sin inscripción alguna. Pero –añadió- en estas tumbas no se encuentran los restos de Durruti, Ascaso y Ferrer…Están vacías!

Que incongruencia! Pensamos:

-Si están vacías ¿por qué nos indica usted esas tumbas?

-Son las órdenes que tenemos, nos respondió sin titubeo el empleado.

Insistimos:

-¿dónde se encuentran, pues, los restos de esos cadáveres?

-Los restos, los de Durruti –nos dijo- me han dicho que se los llevó su mujer cuando terminó la guerra…

Nosotros pensamos que aquello era pura leyenda. Emilienne Morin, la esposa de Durruti, volvió a Francia en 1937 y desde entonces no había vuelto a España hasta después de la muerte de Franco.

-¿No hay otros datos…sobre Durruti y Ascaso?, reinsistimos.

-No hay más datos que los que constan en el libro. El empleado reflexionó un momento y luego nos dijo: “Esto que hoy estoy haciendo con ustedes, hace unos años hubiera sido imposible”.

En los libros del Cementerio constan los siguientes datos:

“Francisco Ascaso, inhumado el 21 de julio de 1936 en el nicho número 3.344, 4º piso de Sin Vía. No consta propietario. El 8 de marzo de 1940 fue trasladado al Osario General”

“Buenaventura Durruti, inhumado el 22 de noviembre de 1936 en la Tumba Menor número 69 de la Vía San Juan Bautista, Agrupación Novena. Propietario: Las Milicias de Catalunya”. Siguiendo en el libro de registro el historial de esta Tumba Menor, se lee: “El 15 de Julio de 1947 (curiosa coincidencia, Durruti nació el 14 de julio de 1896) esta tumba fue adquirida por doña Clara Vicente Boada, no figurando en la citada fecha enterramiento alguno. En los libros de registro no aparece ningún dato sobre el paradero de los restos de Buenaventura Durruti.

De paso queremos señalar otra curiosa coincidencia: junto a la Tumba menor existe un nicho con el número 14 de la “Familia Alonso Cuevillas Carcaño”. Carcaño fue un nombre falso que Durruti utilizó cuando de Chile hubo de trasladarse a buenos Aires en 1925 perseguido por la policía de aquel país…
¿Dónde están?
Los restos de Durruti, hombre y nombre de leyenda hasta después de su muerte, ha desaparecido: no están en las llamadas tumbas oficiales del Cementerio, ni estaba en la Tumba menor el día 15 de julio de 1947 cuando fue enterrada allí doña Clara Vicente Boada, ¿Dónde están pues los restos de Durruti? El Ayuntamiento de Barcelona tiene atribuciones para encargar una investigación abierta en torno a “los misterios del cementerio de Montjuïc” comprendida, naturalmente, la fosa común, donde reposan los nombres sin nombre, víctimas de la represión…Esto también forma parte de la recuperación de la historia.
Si, como reza en el libro de registro, Durruti fue enterrado el 22 de noviembre de 1936 y luego no hay movimiento en ese mismo libro en relación a su traslado –como sí consta el de Francisco Ascaso- esto quiere decir que los restos de Durruti debían continuar estando en la Tumba Menor número 69. ¿Por qué, siendo así, se autorizó en encierro en esa tumba a doña Clara Vicente Boada? Una de dos: porque se sabía que la tumba estaba vacía o, porque se extrajo el cadáver en aquel momento y en este caso ¿dónde fue a parar? Si la tumba estaba vacía indicaba claramente que se había trasladado, junto con Ascaso, en noviembre de 1937 al mausoleo. ¿Por qué no se encuentran en el mausoleo según afirma el empleado del cementerio?

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